Las reacciones del público son diversas: muchos necesitan tocar al actor para saber si es verdadera materia o es humano; otros intentan buscar el contacto con los ojos, se detienen fijamente a mirar la estatua y le hacen gestos y guiños para ver si consiguen que el actor se mueva; otros, sencillamente, no lo entienden como arte y pasan de largo, indiferentes. Los menos. |
Pero la magia se da cuando el actor se vuelve sujeto en la mirada del público, y como una especie de espejo éste le devuelve la mirada de lo que él está interpretando. El actor, al transmitir sentimientos, es un sujeto en la mirada del público; de este modo deja la cosificación para tornarse obra viva. En definitiva, la estatua viviente trasciende los límites de la obra de arte, deja de ser materia para ser sujeto humano e interactuar con el público. Decroux, creador del mimo corporal dramático, afirmaba rotundo que "el cuerpo representa lo invisible: emociones, tendencias, dudas, pensamientos". |
"Más que un estilo de vida"
El Arte Urbano como herramienta ludo-pedagogica para la enseñanza y el aprendizaje de niños de 3 a 5 años.
jueves, 18 de noviembre de 2010
Estatuas humanas, un arte que mueve emociones
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